Enviar una caja de chocolates como regalo de cumpleaños usando el servicio de correos postales es algo tan común como entendible. Lo ilógico e injusto sería que la misma empresa de encomiendas también sea dueña de la fábrica de chocolates y entonces pretenda competir con ventaja, entregando con retardo voluntario los chocolates de su competencia, y/o rebajando la tarifa de envío del paquete cuando se escojan sus dulces. En Internet sucede algo parecido cuando hay intereses cruzados entre los proveedores de acceso a Internet o ISP –en el ejemplo, equiparables al servicio postal– y las empresas de contenidos digitales –las fábricas de chocolates–, cuando las primeras deciden cómo y qué datos digitales transportar dependiendo de sus intereses vinculados con las segundas. Por ejemplo, si un ISP constata que muchos de sus clientes utilizan una aplicación de audioconferencia por IP (por ejemplo Skype), al mismo tiempo el ISP provee de telefonía convencional, sería ilógico e injusto –como dije– que el ISP penalice o degrade el tráfico de la aplicación de audioconferencia para que el cliente se sienta semi obligado a utilizar los servicios de telefonía convencional.

La arquitectura diseñada sobre la cual Internet fue construida debe mantener –entre algunos de sus principios– la neutralidad necesaria para que todos los bits sean tratados por igual, sin degradaciones, prioridades ni injerencias de nadie.

Desde julio del 2012 está en vigencia en nuestro país la Resolución del CONATEL cuyo artículo 15.6 contempla el concepto de neutralidad en la red. El párrafo es tan ambiguo como anecdótico, en la primera parte dispone que no se deberá distinguir ni priorizar el servicio por parte de los ISP’s, mientras que en la segunda parte deja abierta la puerta para que los ISP tengan discrecionalidad para implementar acciones técnicas.

También en el ámbito ecuatoriano, desde GkillCity se invitó a incluir la Neutralidad en la red dentro de la recientemente aprobada Ley de Comunicación.

Como parte de los derechos de quienes usamos Internet todos los días, además de documentarnos sobre la Neutralidad, es coherente que defendamos una red abierta, tal como fue diseñada, para que los intereses de marcas o fabricantes no estén por encima de los usuarios.

José María León (@josemarialeonc) comenta sobre las propuestas legales de Neutralidad en la Red que extendieron previo a la Ley de Comunicación recientemente aprobada.